viernes, 4 de febrero de 2011

Los Años Maravillosos...


Últimamente me he puesto a recordar aquellos viejos tiempos en lo que convivías en familia, salías de día de campo y preparabas todo para irte ha algún  lado, ya sea bosque, playa, parque o lo que se te facilitara mas, con tal de pasar el rato con tu familia o amigos.

Es chistoso, cuando yo era más joven y aunque a mis 30 aun considero que sigo siendo joven y apuesto bueno, más bien joven ¿que no dicen que los 30 son los nuevos 20? Y de verdad ojalá así fuera; porque hace 10 años atrás no te preocupabas por todo lo que hoy te quita el sueño o te desilusiona: políticos rasgándose las medias para ver quien sabe más y dice mejor las cosas, y en muchos de estos casos ni siquiera saben de que están hablando o cuál era la pregunta; religiosos que no saben ni como esta hoy en día su casa; adolescentes que creen que beber ponerse “hasta la madre” para después chocar en alguna banqueta, es lo mas “cool” que les pueda pasar, sin importarles que sus padres les dan la gran responsabilidad de demostrar que ya son adultos; deportistas que se creen que porque ganan millones, pueden hacer con cuanta persona se les cruza enfrente lo que se le da la gana; artistas que por salir en un medio de comunicación creen que son mas que el doctor, abogado, contador, etc. Y pueden opinar sin ni siquiera saber del tema, solo y como diría Alex Lora, por salir en el “canal de las estrellas”.

Pero bueno, sin desviarme del tema mas de lo necesario, recordaba esos “picnic´s” que se hacían con mucha frecuencia, recuerdo jugar con mi padre en la marquesa o en el lago de Chapultepec o en aquellos tantos parques que hay a lo largo de nuestro México.

Recuerdan aquel sándwich que con lo caliente del día y si no te lo comías a la hra que mamá decía, tendrías que con un tenedor despegártelo del paladar; o que tal el partidito de soccer o fut beis, (quien no lo recuerda), que se organizaba con los primos o amigos y que invariablemente terminaba con alguien lesionado o cortado, subirte a la cuatrimotor o montar a caballo por el bosque, que tal salir a las cabañas o acampar en un lugar a lado de una buena fogata y pasar el fin de semana asando malvaviscos y contando una que otra historia de terror, que tiempo aquellos ¿no?.

Lamentablemente esto se ah ido perdiendo y no porque nosotros no lo queramos, aunque en algunos casos también formamos parte del problema, aunque en mayor medida es porque cada día mas nos obligan a quedarnos en casa y contemplarnos unos a otros, o reunirnos a lado de una caja de 32 pulgadas y estar como zombis durante mas de 2 hras, eso es en lo que se han convertido nuestros “Días de campo”, y no hay otra razón que la inseguridad y la falta de garantías que se han perdido y hoy ya no podemos salir a ningún lado por temor a que nos secuestren, nos golpeen, nos dispare un loco o locos, nos maten o en el mejor de los casos, si en el mejor de los casos, solo nos asalten.

Es una pena que todo esto se haya perdido y ya no podamos desfrutar de lugares como, la media luna, los azufres, el cielo, la marquesa, sierra de cardos, sierra fría, sierra gorda, Tamasopo, la estanzuela, las huastecas, la presa de la boca y así un sin fin de lugares, que podría seguir diciendo.

Es triste pensar en todo esto y especular que no hay fecha de cuando lo podamos recuperar y sin embargo nos adentramos más a un país de inseguridad y temor, y que aunque es rico en paisajes y bellaza natural, no podamos disfrutarlo como hace ya tantos años.

Lo único que me resta decir es que, a falta de esto, no debemos olvidar los recuerdos y hacerlos crecer con el solo hecho de acordarlos de los bellos momentos, y en cuanto se tenga la oportunidad ¿porque no? Hacer una fogatita y contar una historia, hacer una noche bohemia, leer un buen libro, salir y jugar algo diferente que seguramente nuestros sobrinos o hijos no tienen ni idea de cómo se juega o quizá montar en bicicleta por algún lado y acordarles que hay cosas mas importantes que un televisor, por favor no olvidemos que recordar es vivir y no podemos dejar que la inseguridad acabe con nuestros buenos tiempos, tenemos que jugar mas y ver menos, leer mas y martirizarnos menos, acuérdate que tu, si tu, tienes en tus manos el futuro de México y que no se necesita ser un “famoso” para ser escuchado, solo se necesita RECORDAR TUS AÑOS MARAVILLOSOS.